Adoro verte levantarte
con tus calzones rojos con puntos negros
y mi polera vieja que tomaste sin mi permiso.
Adoro eso

Adoro aún más esas conversaciones
después de tener sexo,
esas conversaciones de alma a alma.

Adoro escucharte hablar de tus sueños,
de que quieres ir hasta Neptuno
y fumarte un caño ahí
sólo porque está alejado de esta mierda de mundo
y porque Neptuno es demasiado bello y relajante
y seguramente no hay nadie allí
y quieres hacerle compañía.

Adoro tener que madrugar para ir a trabajar
y que me tomes de cualquier parte
y me tires de nuevo a la cama.
Realmente lo adoro.

Pero lo que más adoro, eres tú.

Tú pensar.
Tus ojos.
Tú cuerpo.
Tú pelo.

Tú.

Adoro eso, te adoro a ti.