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Irlanda

Había una vez, de esto hace miles de años, una madre y una hija que caminaban tomadas de la mano hacia un bosque en busca de un refugio donde pasar la noche.
La madre, una joven mujer iba con la niña a encontrarse con su esposo que había partido unos días antes con sus ovejas para poder venderlas.
Habían quedado de que, hecha la venta la mujer y la niña se encontrarían con él para levantar un nuevo campamento en algún lugar donde el pasto hubiera vuelto a crecer y así cuidar a las ovejas que le quedaran.
A pesar de ir de la mano, en un momento de descuido, debido al cansancio de la mujer que trasladaba sus pertenencias hacia un nuevo hogar, la niña se soltó y sin darse cuenta siguió caminando sola hasta que se hizo de noche y todo se oscureció.
Mientras la madre llamaba a su hija (Magdalena) ésta iba, sin saberlo en dirección contraria adentrándose cada vez más en el bosque.
Magdalena a pesar de su corta edad, era muy inteligente y al darse cuenta de que estaba perdida y sola, pensó:
___De nada me sirve gritar, a esta hora nadie va a oírme y por el contrario, pueden acudir con mis gritos, animales salvajes. Mamá me dice que los buenos pensamientos pueden hacer mucho por nosotros.
De más está decir que Magdalena no era una niña como todas, tenía el don de la inteligencia y sabía cómo usarlo.
Es así que comenzó a pensar que no estaba sola, que se hallaba rodeada de hadas buenas que venían a ayudarla.
Tan intenso era el pensamiento que el lugar, poco a poco se fue iluminando con el resplandor de las alas de las hadas que guiadas por dicho pensamiento, acudieron a socorrerla.
Cinco hermosas hadas revoloteaban alrededor de Magdalena que muy contenta, les preguntó:
___¿Quiénes son ustedes?
___Somos las hadas que hemos venido a ayudarte guiadas por tu pensamiento.
___¿Cómo se llaman?
___Yo soy el hada de la sabiduría.
___Yo soy el hada de la alegría.
___Yo soy el hada de la orientación.
___Yo soy el hada de la verdad.
___Y yo soy el hada del amor.
___Y ¿Quién eres tú?
___Me llamo Magdalena, me he perdido y quiero encontrar a mi madre.
Las cinco hadas volaron hacia un río que atravesaba el bosque y cada una de ellas luego de llenar sus bocas con agua de aquél río, que en aquella época era limpia y cristalina, regresaron, rociaron a la niña con el agua bendita y a Magdalena le crecieron bellísimas alas, que le permitían volar junto a ellas como un hada más.
La felicidad de Magdalena era tal que se olvidó de su madre y esto no era permitido en el reino de las hadas, por tal motivo, sus alas se fueron marchitando y a medida que esto sucedía, fue cayendo muy lentamente hasta llegar a orillas del río de donde las hadas habían obtenido el agua bendita.
Al darse cuenta de lo que había pasado, Magdalena, por primera vez se puso a llorar, a sentir miedo y no podía tener pensamientos puros como los tenía antes, el miedo la hacía una niña normal y las hadas sólo acudían a los buenos pensamientos.
Así fue que la noche y la niebla cubrieron por completo el bosque y el río y Magdalena temblando volvió a acordarse de su madre y entre llantos comenzó a llamarla.
La madre, con el poder de toda madre, la sentía en su corazón pero estaba tan lejos que no podía verla.
Hasta que el sueño y el cansancio durmieron a Magdalena.
En sueños, se le aparece un duendecillo, de esos que son tan juguetones y tan molestos que no la dejaba tranquila.
Magdalena le preguntó quién era aquel pequeño ser de cara angelical y mirada de demonio y éste le contestó que su nombre era AILANRD.
Qué nombre tan difícil le dijo Magdalena.
___Soy uno de los duendes encargado de crear algunas partes del mundo y mi nombre, dicho de la manera correcta será el nombre de un futuro país.
___Pero… ¿Por qué aún no lo haz creado?
___Es que el día que alguien lo descifre y lo diga correctamente, yo habré terminado mi labor y tendré que desaparecer y yo… no quiero que eso pase y diciendo esto se llevó a Magdalena a pasear por el río en un pequeño botecito en el que sólo cabían los dos, ella por ser una niña pequeñita y él por ser un duendecillo.
___Necesito encontrar a mi madre le dijo Magdalena a AILANRD.
Pero el duende sabía que la madre de la niña era una mujer muy sabia y por tal motivo en lugar de acercarlas, trataba de alejarlas.
Magdalena comenzó a sospechar que el duendecillo, que cambiaba de color a su antojo, no era todo lo confiable que su cara angelical le hacía creer y con la voz del corazón y los buenos pensamientos, llamó nuevamente a las hadas quienes volvieron a ayudarla haciéndole notar que lo que ella había hecho no estaba bien, a la madre jamás hay que olvidarla pero que sabían que ahora que había vuelto a ser la de antes y que iban a ayudarla.
___Sé dónde está tu madre, le dijo el hada de la orientación, sólo tienes que unir tu voluntad a la mía y nos encontraremos junto a ella.
De inmediato y sin saber cómo. La madre de Magdalena se encontraba junto a ellas, para alegría de todas.
Magdalena le contó a su madre todo lo que le había ocurrido y la sabia mujer, luego de consultar con las hadas, le dijo:
___Creo que sé el nombre del nuevo país, y de inmediato se lo dijo al oído a su hija.
Más rápido que la luz, comenzó a surgir del interior del río, una enorme isla, con grandiosos acantilados y bosques, formando paisajes únicos en el mundo.
Esta isla se llamó como se lo había dicho su madre, IRLANDA y tras el correr de los siglos llegó a ser una de las islas más hermosas de la tierra, con sus grandes y modernas ciudades, sus monumentos, sus iglesias y sus hoteles que albergan a turistas de todo el mundo.
De más está decir que el hada de la sabiduría tuvo mucho que ver con el descubrimiento del nombre, también el hada de la verdad y la de la alegría, que distingue a los pobladores de esta isla, pero sobre todo, el hada del amor que en forma de lluvia, con el agua del río bendito, bañó a sus ciudades y a su gente.
El duendecillo desapareció para no ser visto jamás, Dios le sacó el poder de crear ciudades pues antepuso sus deseos personales al del Creador.
Cuentan los historiadores que Magdalena, su madre y su padre, fueron los primeros habitantes del país.
También dicen que así se formó Irlanda, no es la versión oficial pero es tan válida como cualquier otra, sólo debemos usar nuestra imaginación.

Omenia 16/10/2006
Quizá alguno de ustedes ya haya leído este cuento, lo escribí para una persona que cierta vez me dijo que le agradaría mucho conocer Irlanda, era alguien de la página, una mujer que verdaderamente no recuerdo su nombre.
Omenia

Texto agregado el 30-03-2016, y leído por 230 visitantes. (8 votos)


Lectores Opinan
01-04-2016 Mágico y entretenido. Gracias. 5 Chicharitos verdes beanbag
31-03-2016 Coincido con los demás. Hermoso relato y con imágenes muy claras. La verdad, me gusto muchísimo. Felicitaciones. 5* dfabro
30-03-2016 Omenia, tu imaginación es grandiosa. Qué belleza de cuento, mujer! Un beso y mis estrellas. MujerDiosa
30-03-2016 No lo había leído, pero me has transportado! En algún momento pienso recrear tus historias gratas en mis experiencias, ya verás te avisaré ;)! Saludos, tiene diversos sabores tu escrito y me gusta! marcellasant
 
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