Borroneando



Aquella noche, cansado de tantas comas y puntos suspensivos entre los garabatos del libro de su vida, decidió torcer la armonía de pronombres, verbos y adjetivos.

Aquella noche, cansado de tantas comas y puntos suspensivos entre los garabatos del libro de su vida, decidió torcer la armonía de pronombres, verbos y adjetivos.

Al compás sincopado del olvido, hastiado de besos obscenos extraviados en los días perdidos de un calendario viejo donde concatenó amores prohibidos en camas ajenas al ritmo de suspiros y quejidos. Buscó borronear las líneas torcidas de su libro y con la cadencia de un viejo vals volcó el banquillo, se tensó la cuerda y a pesar de toda la elocuencia de su vida, un nudo en la garganta puso… punto final para el suicida.