Yo te escogí.
De una manera distinta, sin buscarte, llegaste a mi.
Me mostraste que la vida estaba todavía llena de posibilidades reales.
Yo te escogí.
Llegaste cuando mi corazón estaba destrozado, acabado.
Cuando todavía la tristeza me invadía y pensaba que no había chance de amar.
Yo te escogí.
Tu sonrisa, cargada de felicidad y de misterios. Tus ojos llenos de ternura y de dolores.
Tus manos ásperas, cargadas de historias y de recuerdos, que me toquen y me tomen por siempre.
Tus brazos fuertes que me acogen cuando soy frágil y lloro.
Yo te escogí.
Tu espíritu lleno de simplicidad y libertad, quiero aprender, lo quiero acompañar.
Tus ganas y tus ánimos, quiero empaparme, recuperar las mias.
Tus principios y tus valores, reiteran y solidifican los míos.
Tus sueños, los míos, que se unan para juntos conquistar.
Yo te escogí.
Para desnudar nuestros demonios y miedos. Para aceptar y conocer las cicatrices que te forjaron.
Para visualizar, comprender, aprender y crecer juntos, de la mano.
Yo te escogí.
Para embarrarnos y gozar de pequeños y grandes placeres.
Para que la pasión no tenga limites, que me hagas el amor con desenfreno.
Yo te escogí.
Busco solidez de espíritu y sinceridad sin penumbras.
Busco respeto y comprensión.
Busco aliento y apoyo incondicional.
Busco espacios de intimidad y fortalecimiento.
Busco afecto sin limites, una pasión descontrolada.
Busco una entrega completa, un amor real.
Yo te escogí. |