Tomaste mi cara entre tus manos
y al mirar tus ojos
sentí que quería estar contigo
por una eternidad.
Esa ternura fue viento que barrió hojas secas:
Cuando piedras cerraban la salida a mi soledad
hiciste florecer con caricias
una hermosa primavera.
Mi cuerpo se convirtió en playa donde tu barco se hunde
muerde la arena como un pez
cabrillea orillas
galopa por dentro.
Quiero una eternidad a tu lado.
Ver volar palomas
repicar campanas
beber el viento del verano en la paz del crepúsculo
cuando la luna es una hostia
sin comulgar
en el cáliz azul de la tarde.
Nació un sentimiento en mí
bello
de angustia y felicidad
que aunque no estés
las raíces de lo que sembraste
seguirán floreciendo.
Deseo alcanzar la eternidad
con este amor que crece y me empuja al cristal de la risa
al silencio que late en el corazón de los pájaros.
Me sentiré pequeña a tu lado mientras tiembla mi carne
con leves aleteos de mariposas nuevas.
http://www.youtube.com/watch?v=P-G3OXcXH_4
Victoria
Texto agregado el 23-03-2016, y leído por 413
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Lectores Opinan
26-11-2016
¡Bello poema que canta con exquisitas imágenes a la entrega de amor, a los frutos del amor y a la eternidad del amor!
Un abrazo y beso. Marthalicia
14-04-2016
Querida Victoria, tu sensibilidad es extrema. MARAVILLOSO! TuNorte