El lector
Todos somos lectores y sabemos cuándo un libro nos atrapa y cuándo no. Libros que son monstruos sagrados de la literature suelen descepcionar al lector que desea entrar en ese universo pero encuentra un camino sembrado de escollos y siente que no está a la altura de la empresa. Así les ha sucedido a muchos con El Castillo de Kafka, con el Ulises de J.Joyce o con el nombre de la rosa de U. Eco. **
Se trata de libros difíciles de los cuales percibimos su valor, pero nos rendimos ante las dificultades que presenta. Es frecuente que volvamos a esa lectura más tarde, cuando nuestra maduración literaria logre superar esa barrera.
El editor de Umberto Eco le sugirió eliminar las primeras cien páginas de El nombre de la rosa,” tantas citas bíblicas, tantos textos en latín desaniman al lector”, dijo.
La respuesta de Eco fue que a él no le interesaba el lector que no pudiera superar las primeras cien páginas del libro.
En el ensayo “El lector en fabula” de U.Eco encontramos la explicación a esta respuesta.
Para Eco un Autor modelo es el que produce un determinado Lector modelo, dicho esto entramos en el núcleo de su pensamiento.
El autor modelo busca al lector que esté a la altura de completar y aportar sus propias interpretaciones a la obra. El lector, según Eco debe poseer la capacidad intelectual que le permita compartir un estilo y cooperar con su creación.
Sin esta interaxión autor-lector la obra no estará completa. Explica que al dejar espacios para colmar, el autor está pidiendo colaboración e invita a analizar más allá del significado de la palabra.
“La lectura debe ser considerada como una producción no como consumo,”
Queda claro que la relación autor- lector require que el lector filtre lo escrito a través de sus experiencias y bagaje cultural y encuentre nuevos sentidos al texto a medida que se adentra en la obra.
Este tipo de lectura aumenta el placer y la comprensión del texto y será diferente a la de otro lector con experiencia y vivencias distintas.
El autor piensa en su futuro lector y prevee su comportamiento interpretativo de manera que escribe creando al mismo tiempo el lector que podrá seguir la estructura de su obra.
Cortázar por su parte nos propone el lector Hembra y el lector Macho. Esta adjetivación fue objeto de muchas críticas, sobretodo por parte de las mujeres, de manera que fue reemplazada por lector pasivo y activo.
El lector activo se acerca a la definición de Eco, es atento, cree en la historia pero al mismo tiempo la cuestiona, en una palabra, “habla con el autor”.
El lector pasivo es el que pone la lectura al nivel de la experiencia del entreteniento televisivo, un pasatiempo nada más.Busca una libro con una historia ya resuelta que no le pide colaboración. El lector pasivo come el alimento que le sirven sin agregar condimentos.
En Rayuela Cortázar nos propone el Lector(super)Activo, aquel que interviene en la composición del libro con su propia elección de los textos. No sé hasta qué punto la iniciativa tuvo éxito.
Otro modo de leer pasivo es el que impone una lectura por estudio o trabajo,
Alonso Quijano es un lector pasivo al principio de su historia ya que su mente está atiborrada por los textos de caballería. La locura que deriva de esa lectura lo libera y el Hidalgo se convierte en lector activo.
La lectura activa es tan apasionante como escribir
Termino con la conocida frase de J.L.Borges:
” Que otros se jacten de las páginas que han escrito;
a mí me enorgullecen las que he leído”
###########
* «Lupus in fabula» es una locución latina que utiliza cuando se está hablando de una persona y en el preciso momento aparece el referido en escena. Es equivalente a la expresión española «hablando del rey de Roma, por la puerta asoma». Wikipendia
El escritor italiano Umberto Eco quiso evocar esta locución con el título de su célebre ensayo Lector in fabula (1979).
**ver el texto de lucrezio en el foro “quien es un escritor”
|