En el orden natural de las cosas
ni la vida es un milagro ni la muerte una tragedia
y en el pasar de las horas, en el correr de los años
se nos mueren fragmentos del ser
desintegrándose en el hermoso brillo nocturno
Me ves, transparente como un lago
mis ojos son tristeza, los huesos un encanto
predispuesto a la nada
corrosivas mis manos
me ves, tan revuelto como el mar
En el orden natural de las cosas
lo absurdo reina
y la maldad es habitual como el caos
hay que aprender a ver
como se escurre,
como se desliza
rápidamente la vida
Y aun me ves
silencioso y radiante
a veces un sabio
a veces payaso
y yo te miro desde siempre
cuando tu mirada se pierde y no entiende
buscando un sentido,
un sentido inexistente
Y yo estoy acostumbrado
a cargar la confusión
a pintar el desencanto
porque el vivir del humano
es la contradicción más severa
como el fuego de invierno
y la nieve en verano.
Texto agregado el 18-03-2016, y leído por 104
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