AMOR Y MUERTE GITANOS
Con ojos negros te vino a buscar,
con ojos negros la muerte,
con desaire gitano la miraste,
Divina, tu novia, la vio llevarte.
Divina tu nombre, divina tu sombra,
divino el reflujo de tu saya loca.
Al viento le grita tu nombre Puchete,
al viento le grita, y el viento no viene.
Recoge mi talle, perfila mi vientre
cógete a mi mano, ¡evita la muerte!
que aquí te espero Puchete,
aquí mismo, sonriente,
saca los colores de mis primaveras,
de mis ilusiones, de mis buenas nuevas.
A tus 17 años, la muerte esta errada,
¡que se ha equivocado!,
¡que no sabe nada!
que no puede verte,
porque si te viera,
al instante mismo mi dolor cogiera,
haría un ovillo de luces y sedas,
con el tejería tu vida y la diera,
para yo vivirla,
para yo tenerla,
para disfrutarla dos mil primaveras.
¿Porque no me oyes?
¿porque desesperas?
con cuchillo blanco la muerte muriera,
yo misma de un tajo su color pudriera,
¡brilla libre al día!
de palomas blancas el cielo tiñera.
Que el niño no ha muerto,
que el niño viviera,
Puchete revive, que la muerte espera,
que yo le he vencido la maté primera
de amor, de caricias, de dolor de fiera.
¡Mil años te maten muerte traicionera!
¡que mal fario tengas!,
esto te lo dice, que te lo dijera
Divina Jiménez, gitana de raza, y saya de seda.
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