No tengo nada para darte
mis pies me muerden al andar.
Cuando cocino transformo arroz en pájaros
que tengo que sacar con escobillón sino se comen las salidas.
No sé cómo escribir un texto, las palabras me refusan
asi como el dinero, que se me hace frutas y pescados.
No tengo carrera, ni trabajo, ni cumbre desde donde gritarle mi nombre a esos que gritan el suyo.
Solo tengo manos que acarician y risa que combate el sueño. Mis rodillas son curiosas y quieren esconderse donde les ofrezcan.
Soy humo, soy fuerte, un inutil enamorado.
No tengo nada salvo amor
y no sirvo para mucho más.
En pocas palabras
soy azul.