No es el tiempo de la soledad ni la desesperación, sé que cruzas por momentos de tribulación, que un intenso dolor aprisiona, merma tu corazón, quizás también el alma, no diré no te preocupes, ya que es humano sentir incertidumbre respecto al futuro cuando un mal se cierne sobre nuestras cabezas.
Lo único que puedo decirte es que no estás sola, que muchos te aprecian, que muchos con sus buenos deseos, con sus rezos harán que renazcas de las cenizas, que tu corazón siga latiendo, que tu alma, que tu belleza espiritual siga deleitando, siendo un soporte, una ayuda para los que lo necesitan, para los que desean seguir disfrutando de tu amigable compañía.
No más dolor, ni congoja solo amor y esperanza. La poetisa hecha mujer no dejará de crear castillos en el aire, versos en las nubes ni palabras en los cielos eternamente cristalinos y bellos. |