Hay muchas formas de adorar a dioses falsos, y siempre ésos espíritus se renuevan a los ojos del hombre y de la mujer también. Un nuevo dios es rendirle cultos a nuestro propio cuerpo y hay muchas y diversas formas de hacerlo. Casi siempre se empieza por asunto de salud, pero la idea se va distorsionando hasta que se convierte en adoración. Dice Pablo "todo me es permitido más no todo conviene" El asunto es que Dios debe tener el primer lugar en nuestra vida, si es que queremos adorarle en espíritu y en verdad como El quiere que se le adore. Si hay algo que impide que Dios sea lo primero en nuestra vida eso se convierte en nuestro dios sin importar cual sea el nombre.