Si me preguntan, sinceramente les responderé:
Una barbaridad, una verdad, o la verdad más increíble de la historia.
Si no lo hacen, sabrán que no tengo que responder semejante agonía.
Que la sutileza de sus labios me son suficientes para seguir engañándolos a todos.
Para seguir viviendo en sueño y volando en zancos.
Para pintar mis noches con esperanzas de una certeza que sin duda, vendrá a mí al amanecer.
Nada personal, dicen.
Texto agregado el 07-03-2016, y leído por 93
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