Lo bueno del insomnio
es la poesía
naciendo a deshora
cuándo y como quiere.
Lo bueno del insomnio
es el descubrimiento
trasnochado
la imaginación que vuela
las ganas que burbujean.
Lo malo
podría ser tu ausencia
la huella en mi cama
reclamando tu calor
los besos sin destino
que terminan
muriéndose de sed
a mitad de camino.
Lo malo
podría ser la soledad
el olvidado sonido
del barco durmiendo
acunado por la mar.
Lo malo
es cerrar los ojos
intentando recordar
el cuerpo bajo mis dedos
la posición exacta
de aquel bendito lunar
-y no hacerlo-.

Lo bueno del insomnio
son los versos
lo malo
eres tú.