Luego de pronunciar la palabra
todo cambia y entonces queda
una sensación distinta en el alma.
Si además la escribo en hojas añosas
resguardo también la existencia.
Huyen despavoridos los silencios
hacia páramos desconocidos.
Cuando duele el no verte
entonces te convoco.
y si acudes al llamado
pronunciamos muchas palabras
que reparan decididas las baldosas
de nuestras veredas resquebrajadas.
Existimos al tener en construcción
un paréntesis que suena infinito
y rompe el silencio artero.
Así es distinta la vida.
Texto agregado el 06-03-2016, y leído por 122
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