De su pacto urbano de silencio,
cuando ya no hay más que decir,
inesperada y sorprendente aparece
la póstuma soledad del insomnio.
Parásito, duerme el bosque colectivo
de seres humanos a la deriva.
Cuantas cosas se aturden en la rutina,
en un viaje infinito por mil caminos,
y solo lo comprendo en mi encuentro
con el silencio de una tormenta interior,
sumisa en su derramada resonancia
que aturde en las noches vacías.
¿Quién soy bajo esta sombra de luna negra?
Quizás el único insomne de la torre de Babel.
Texto agregado el 06-03-2016, y leído por 136
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Lectores Opinan
06-03-2016
Insomnio... me acompaña tanto que se ha vuelto mi amigo. Saludos. PiaYacuna
06-03-2016
¡Cómo me gustan tus palabras! Tal como dijo la dulce correntina, son especiales. Un beso. MujerDiosa