No he tenido tiempo de escribir, pero es que la penúltima ocasión que hablamos, digo nos escribimos, salió mal el asunto, y la realidad era otra. Como cuando quieres decir algo por escrito, y terminas diciendo cosas que se llegan a malinterpretar: el estado de ánimo y los acentos no se ven en las letras, solo en la cara de cada quien, y dejas que todo fluya, que todo corra, que caiga, y así lo dejas caer: “a ver hasta dónde llega” te dices, hasta que llega el momento en que te das cuenta de lo irremediable de la situación, de que las palabras dichas sonaron al revés y al derecho al mismo tiempo, y que dicho sea de paso, el tiempo pasó y ya nada es como antes, porque sales a la calle y te ves en los espejos y dices: ese no soy yo, y caminas diferente, te transformas en algo que no eres, y te dices: así no soy yo, porque ahora corres, cuando antes caminabas, por eso tu corazón anda latiendo como que se quiere salir, pero tú no lo dejas y te pones la mano en el pecho y dices: no, quédate quieto por favor, porque si te vas ¿qué haré yo deambulando por ahí sin un corazón latiendo dentro de mi?, así que tomas pastillas, tés, hierbas, ya hasta te quieren barrer, porque dicen que fue un susto, pero tú sabes que no, que no es un susto, pero a la vez no sabes que es, porque ahora después del cardiograma, sabes que tu corazón sigue ahí, como desde el día en que naciste, entonces ¿qué es? le preguntas al doctor, y te convence de que te vayas y te salgas del consultorio todavía con la pregunta en el alma, y entonces te convences de que fue solo un aire, un dolor que pronto pasará, y llegas a tu casa, te recuestas y tu niño te pregunta: ¿te fue bien papaíto? Y le dices que si, te duermes, te quedas dormido, y cuando despiertas estás frente a las letras otra vez, intentando descifrar la incógnita del porqué te duele, buscando en ellas la respuesta a ese espasmo que traes en el pecho, y comienzas a escribir cosas sin sentido, que a la vez son las que sientes tú, aunque terminas diciendo cosas que se puedan llegar a malinterpretar: el estado de ánimo y los acentos no se ven en las letras, y dejas que todo fluya, todo corra, y así lo dejas caer….. |