Él usaba tanta tinta tonta en ella... que prefería los tintes a tanto amor en trazo. “Tonterías”, decía ella.
Tonto él que seguía intentando tentar a la tonta tintada a tirarse con él al vacío más tierno y eterno.
Tirarse… que estúpido.
Texto agregado el 01-03-2016, y leído por 139
visitantes. (9 votos)