De tanto leer novelas de caballería
Obstruyósele el juicio y toda clase de razón
No sabiendo distinguir realidad de ficción.
Quijano, hombre ávido de grandes aventuras
Utilizó todo cuanto aprendió leyendo, e
Incentivado por su héroe, Amadís de Gaula,
Juntó una armadura, un caballo y un escudero;
Olvidó la prudencia y los peligros; y sin dudarlo,
Tomó camino hacia las más insólitas
Experiencias que cualquiera pudiera haber tenido.
Texto agregado el 29-02-2016, y leído por 150
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