El glifosato mata


Tiempo atrás, un par de docentes que viajaban a dar clases en un automóvil desde una pequeña localidad, a otra de mayor población, vieron como un avión fumigador que venía de frente a muy baja altura sobre la ruta rociando las banquinas, parecía que se abalanzaba sobre ellas
Un líquido viscoso, de color amarillento cubrió por completo al auto, el aire se hacía irrespirable, mareada quien conducía, intento utilizar el limpia parabrisas, fue peor parecía que le hubieran arrojado aceite, no veía a un metro, de frente un camión que transportaba soja también sufría las consecuencias de la lluvia de veneno en sus vidrios.
El choque fue impresionante, no hubo sobrevivientes, los vehículos quedaron irreconocibles , los cuerpos destrozados.
Accidentes de este tipo, no en todos los casos fatales ,se repiten frecuentemente en las rutas cercanas a los campos de soja, muchos de ellos en nuestra provincia de Santa Fe (Hasta aquí es ficción) pero…
Es cierto, el Glifosato mata, el Glifosato envenena, el Glifosato es causa de numerosos tipos de cáncer, de enfermedades celiacas, de abortos espontáneos, de infertilidad masculina y femenina, de malformaciones, tanto en humanos como en animales, de alergias, problemas respiratorios y muchas enfermedades más.
Para que esto ocurra debe haber una larga cadena de complicidades
Desde el presidente comunal o intendente que permite que se siembre y fumigue en las banquinas a los diputados y senadores que pasan todos los días frente a esos sembradíos, viendo lo que ocurre, hasta los gobiernos provinciales que aprueban leyes que prohíben sembrar y fumigar en las banquinas y luego no controlan para que esto se cumplan, incluso el gobierno nacional, socio y cómplices de los grandes laboratorios como Monsanto, Syngenta, Bayer, Dupont y tantos más.
Ojala que todos tememos conciencia de este genocidio encubierto y tal como ocurre en Europa se prohíba este tipo de aplicaciones