Llevo las noches dormidas
desde muy temprano
y los días despiertos
desde muy temprano.
Durante las mañanas
pretendo recobrar mi prestancia.
Dispongo mi presencia,
la línea clara y natural
de mis pasos.
Alisto mi sonrisa
para llevar los momentos.
Finalmente te recibo en mis brazos
como un episodio del tiempo.
Texto agregado el 27-02-2016, y leído por 142
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