Hombre ingrato que me habéis arrojado al vacío desde el cual esta noche te rememoro. En instantes de bonanza me acogisteis para luego abandonarme sin razones. Doy mérito a las palabras que me regaláis, prueba de que el tiempo no se ha encargado de destruir tus recuerdos.
Texto agregado el 26-02-2016, y leído por 80 visitantes. (2 votos)