| La ceniza de mi cigarrillo vuelve a caer,
 el tiempo para mi se detiene al revés
 y vos sos un abismo
 que parte en dos mi piel,
 que me vuelve víctima
 en las horas del amanecer.
 
 Vos no me vas a entender, lo sé,
 vas a creer que te engañé,
 pero aunque lo intente
 no puedo decir que te amé, no fue así,
 porque nada me hiciste sentir
 y sólo un perdón lograrás de mí.
 
 Perdón por no sentir amor,
 y ahogarnos en el dolor,
 fue mejor decírtelo
 porque en otras desfavorables circunstancias
 íbamos a terminar peor,
 porque ibas a echarme en cara
 el amor que a tu encuentro no llegó,
 el amor que en mí no surgió.
 
 No deseaba llegar a este evento
 ni al desvío en el que me someto,
 ni al camino en el que te retengo,
 pero es mejor así,  antes de proclamar que te amé,
 aunque tu boca ya besé
 no puedo decir que mi vida te entregué,
 porque un momento de amor,
 sólo eso fue.
 
 Nunca estuve atada a nada
 y me di cuenta,
 que este amor fue una insignificancia temprana,
 una insignificancia
 que me llevó a darte el toque de salida
 y tal vez,
 cuando el destino gire a un nuevo reencuentro
 tendrás tu revancha.
 
 NOTA: doy fe que el amante rechazado, años después,  tuvo su revancha. La vida le dio el placer de reencontrarse, con quién les escribe, en otras circunstancias.
 |