Después de un largo silencio, finalmente corrió un poco su asiento, se levantó y dijo -Yo solo os e dado amor, amor tierno y enmascarado para que no lo traguéis, para que os sea difícil pasarlo, el día que lo podáis sentir, seréis bienvenidos a mi mesa, porque acá no quiero pendejos que aun crean en politiquería, y postores quienes gozan de avidez con la palabra, dejad de intentar golpearme con réplicas de mis travesuras soy inmune a mi veneno y estoy harto de este, os lo obsequio, no os castiguéis por ser presas de los espejos, de las sociedades, de los círculos viciosos, aceptadlo se conscientes de ello, y vividlo, es lo que has elegido, recordad que gozáis de libre albedrío, lo que no os absuelve de vuestras responsabilidades, aceptadlas, hastiaos de ellas, y aun así, seréis bienvenidos en mi mesa, desaseos del auto engaño es lo único intolerable, ese con el que queréis ser libres de culpa… para ese momento ya comenzaba yo a hartarme de los manjares del festín, al que había sido convidado, y tomando la copa de vino me levante también y entone en vos alta – salud!!! |