¿Qué buscas querida abeja? ¿Cuál es la razón de tanta urgencia? Luces angustiada. La dulce abeja contesto:

Estoy en la búsqueda de la flor indicada y el polen que ha de salvarnos. Pero si están fácil, no te compliques en demasía, a la primera que veas le rocías tu cándida dulzura.

No, añadió con firmeza la dulce abejita. Hoy en día las flores están marchitas, tristes y desamparadas, ninguna tiene la voluntad o energías necesarias para recibirme. La tierra y su naturaleza viven en el ocaso, un manto negro se extiende hasta los confines del mundo.

¿Entonces que harás? - Seguir recorriendo valles y montañas, ríos y mares hasta los límites del mundo si es necesario. Cuando las flores entiendan que no deben rendirse ante la adversidad y que más allá del oscurantismo existe luz, empezarán a florecer de nuevo y ahí estaré para brindarles mi amor. !La felicidad no puede esperar!