En mi novela 'El sentir de Micaela', el personaje principal ejerce en nosotros una pequeña enseñanza sobre el libre albedrío y sus consecuencias. En la escena final del capitulo XI, al reprocharle su hermana sobre su embarazo, Micaela dice lo siguiente:

-Soy la mujer más feliz de la tierra. Todo pasado fue hermoso. El ya no está, y no regresará, lo acepto. Pero llevo en el vientre una vida y eso es parte del porqué. Es un porqué maravilloso que aunque no lo comprenda hoy, no me preocupa. Algún día lo entenderé.

A este respecto se me han hecho muchas críticas, es un final cursi y repetitivo, yo lo sé, pero si ella lo escogió ¿qué puedo hacer yo?

Del libro "Ensayo sobre el destino y el libre albedrío"
Editorial: CaraLibro (1985)