Cuna de narcisistas y poetas de malas pulgas sin algún mejor lugar para escupir, depresión, éxtasis, existencia vana y temperamental, como un puñado de locos arañando una pared, sin ansias de escape, la resignación en los ojos del horror y la desesperanza, despeinados, rastas, ha beses malolientes, carentes de estilo e irreverentes, un buen lugar para anclar la cuna de tu bebe, ¿tal vez no? Tal vez para relajarte y tomar un par de cervezas frías al ritmo de satanistas melodías, de letras sádicas autodestructivas, altruistas, nihilistas, sangre en la pared, una par de buenas peleas, nada bueno que desearle a la nada, y nada malo, alguna vez tuve la sensación de estar en ese lugar fugaz en el que unos locos solíamos coincidir, sin máscaras, con disfraces, sin espíritus sin verdades sin miedos, con ellos, innecesarios, escenas escalofriantes plasmadas en la pared, Roger Waters, nada más que el recuerdo en la química del cerebro de unos cuantos..