El brillo de un charco de agua
en las calles de la ruralidad
refleja el cielo, las nubes en su fondo,
y en momento de presencia
de los niños en la tarde sin freno,
el charco de agua se agita
con los pies de los niños
que han repetido el ritual
de destrozar universos con amor.
Texto agregado el 07-02-2016, y leído por 101
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
08-02-2016
Los niños si que saben disfrutar, hermoso poema.
Te abrazo dulcemente.
gsap
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login