Que el tiempo se detenga,
es lo que al cielo ruego.
Que en nuestro mundo de enredos,
sonriamos y nos abracemos.

Besarte, con este corazón desbordado,
queriendo decir mil cosas,
ver tus ojos titilando
y quedar en blanco.

Danzar entre tus sueños,
imaginar nuestros imposibles,
aventarnos a la locura
besarnos sin mentir.

Decirnos y sin decirnos,
tenernos sin tenernos,
ser tuya y de nadie,
mentir la verdad.

Que el tiempo se detenga,
anhelo con mi loco corazón,
porque cuando somos tu y yo,
el tiempo pasa sin compasión.

Y las horas son minutos,
segundos escapándose en susurros.