Estando tan inmersos en las redes sociales todo el tiempo, uno muy de vez en vez tiene la oportunidad de socabar en sus intensas cercanías del ser. . . de creer que ese papel que desempeñamos dentro de la red puede mostrar abismos oscuros que recibiendo likes o favs no se logran iluminar. . . sin embargo, escupirlo, sacarlo, demostrarlo nos da el valor de seguir adelante, de saber que hay miles más, de dejar atrás la importancia personal . . .
Y compartir tu ser te da alas
Entonces, en el tema de la salud sexual, afectada en muchos casos por miembros de la familia que no logran o no saben reprimir su perversión o represión sexual, me ví inundada uno de los momentos cercanos del pasado . . .
Mi primo intentó hacerme el amor. . . sí !
Tenía yo pocos años. . . 6 tal vez, 8 a lo mucho. Pero no es un recuerdo de abuso. Simplemente, tal vez, es la respuesta a varios de mis conflictos actuales, tal vez, es la premura de mi vida sexual, es la razón de ciertos casos, es mi destino, mi vocación, mi ser !
Creí, durante muchos años, tal vez poco menos de 10, que eramos novios. Y cada que visitábamos su casa, esperaba que él me dijera algo. Pero nunca pasó. Después de muchos años, cuando yo era más grande y con pocas más ganas de tener un novio, o, al menos, me sentía menos niña, recuerdo que llegamos a su casa y me saludó besándome la frente. . . ese fue un indicio para mí de que me quería. . . pero no respondía el por qué un día quizo hacerme el amor jugando y después me trataba con tanta indiferencia en frente de todos, todas. . . Supongo ahora y me gusta criticar esas ideas del patriarcado, en las que el amor es "el opio de las mujeres", a quienes nos insertan la idea de casarnos y tener hijxs, de encontrar al "amor de nuestra vida", alguien que puede tener la característica de querer hacerte el amor, ¿por qué no?
Y bueno, con tanta represión sexual, que ahora el papa viene a México a reforzar, uno no puede expresar esas cosas de forma natural en familia, se las queda en las entrañas, se le olvidan. Y veinte años después aparecen como recuerdo feliz en nuestras vidas. . . es recuerdo feliz porque ha otorgado algunas respuestas a mi existencia. Sin embargo, esa chingadera de educar al hombre en libertad, incluso sexual. Y a la mujer, reprimida, incluso en la elección de pareja, da ganas de ir por la calle pateando a los hombres. . . no sé.. . |