Inicio / Cuenteros Locales / Tolberti / Historia de un cambio
Nos dirigíamos a la gran ciudad, pero a mitad del camino encontramos una ciudad desconocida para mí. Se trataba de un pueblucho, una polvoriente villa granjera sumida en una gran depresión por culpa de una larga sequía, que estaba afectando gravemente a los cultivos y al ganado. La sequedad de las tierras que me hallaba contemplando sólo tenía comparación con el hastío que reflejaban los rostros de las pocas personas que se atrevían a transitar las calles. El pueblo transmitía tristeza por todos sus rincones y el mismo viento, que transportaba una incomodísima película de arena y polvo, aullaba lo que parecía un lamento que recordaba lo que fue y ya nunca más volvería a ser.
Me dirigí a la calle principal. La imagen era desoladora y transmitía olvido. Allí en medio vi un pozo desvencijado que me llamó la atención. Nos acercamos y entre los tres pudimos quitar unos maderos que cubrían la boca del pozo... miré hacia abajo... por supuesto estaba seco. La fuerte luz del mediodía me permitió ver algo más que oscuridad en el interior del pozo y algo brilló. Al instante la hurraca histerica que habita dentro de todo ladrón me ordenó bajar a averiguar que era, o mejor dicho a averiguar cuánto valor tenía. Sin embargo el pozo era bastante profundo.
- Sulik dame una de las cuerdas.
La anudé todo lo fuerte que pude en la zona que consideré más estable del pozo, tal y como había aprendido desde niño en la tribu.
- Sulik tú primero.
Sulik era un tipo enorme. Su capacidad intelectual no estaba a la altura, pero era la clase de tipo en el que puedes confiar para guardar tus espaldas.
Uno a uno fuimos bajando ágilmente... excepto el fofo de Vic que tuvo algún problema. Allí dentro el ambiente era muy agobiante y casi claustrofóbico. La poca humedad que aún rezumaba de las paredes del pozo unida al intenso calor te hacía sudar a mares. Cuando llegamos nos pusimos en guardia, espalda con espalda y sacamos nuestras armas. Nos dispersamos en tres direcciones distintas oteando las largas galerías intentando encontrar algún enemigo. Afortunadamente, para ellos, no los había. Nos volvimos a reunir en el centro donde seguía pendiendo la cuerda. Allí en el fondo no había mucha luz así que tuve que buscar detalladamente para descubrir el objeto que había visto brillar desde arriba. Los objetos. Eran monedas. Las había de todos los tipos, parecían de varias épocas diferentes... era un pozo de los deseos. Tenía que serlo, no había ninguna otra explicación racional. Generaciones de personas habían ido allí a lanzar una moneda y depositar en ellas sus esperanzas... aquello era... casi sagrado ¡¡¡NO PODÍA COGERLAS!!!. Sin embargo yo necesitaba aquel dinero... había un montón, y yo tenía una misión que cumplir. No soy unan persona de muchos escrúpulos, no temo matar a quien se lo merezca, ni robar si era necesario, pero algo en mí interior se removía y me impedía coger aquellas monedas. Eran esperanzas. Deseos. Anhelos. Uno no puede robar esperanzas...
Pero yo también tenía esperanzas. Yo quería ser feliz en mi tribu, cultivar o convertirme en cazador, tener una mujer... una familia... vivir. Pero no pudo ser, mi pueblo se moría de hambre y yo era el elegido. Tuve que irme, emprender una búsqueda que probablemente sólo me llevaría a la muerte. Dejé de vivir para sobrevivir.
Cogí una moneda y grité mirándola fijamente:
- Resulta que esta moneda era MÍA. Era MI sueño. Y no se cumplió. Así que me la quedo... Me las quedo todas.
Sulik y Vic me miraron atónitos mientras yo recogía todas las monedas esparcidas por el suelo seco del pozo. No se atrevieron a decir palabra y ya nunca hablamos del tema. Algo murió en mí aquel día. Parte de mis ilusiones y esperanzas murieron allí. Porque alguién las había robado...
Yo mismo. |
Texto agregado el 10-09-2004, y leído por 176
visitantes. (3 votos)
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Lectores Opinan |
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21-09-2004 |
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Muy bueno, de verdad. Atropos es un lamehuevos y no tiene ni idea. Me gustó, parece una sóla página de un gran libro. CHINGATE ATROPOS tocino_porro |
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21-09-2004 |
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Muy bueno, de verdad. Atropos es un lamehuevos y no tiene ni idea. Me gustó, parece una sóla página de un gran libro. CHINGATE ATROPOS tocino_porro |
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21-09-2004 |
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Muy bueno, de verdad. Atropos no tiene ni idea el muy lamehuevos. Me gustó, parece sólo una página al azar de un buen libro. CHINGATE ATROPOS sr_chow |
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21-09-2004 |
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muy bueno, de verdad, el chigon de Atropos es un lamehuevos, te lo digo yo. Me gustó mucho, da la impresión de que podría ser sólo una pagina de un buen libro. Mis 5 estrellas y ¡¡Chingate Atropos puto!! tocino_porro |
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10-09-2004 |
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a este texto le falla todo. presupone situaciones, no da hilo, no construye trama, y además, deja todo a medias. mal hecho con afán de terminarlo ya. le falta demasiado. Atropos |
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10-09-2004 |
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Varios temas subyacentes en una pulcra narracion: compañerismo, aventura, la voz de la conciencia...y por encima de todo un slogan muy de nuestro tiempo: el dinero es lo primero, lo cual es desilusionante para un idealista como yo. No obstante relato atrayente, te premio. Ralph_Hinkley |
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