OBSCENIDADES
Ella es así, de una belleza discreta que se guarda bajo las persianas de sus pestañas. Soy tan feliz cuando ella está a mi lado, lo sería más si supiera que ella también es feliz cuando está conmigo. Ay este amor que silente le prodigo, vive temeroso al amparo de su sonrisa condescendiente que se amuralla tras la simetría de sus dientes.
Pero ella es así, va por la vida distraída hilvanando quimeras y tejiendo sueños. Ah, si supiera de mis ansiedades y desvelos y pudiera conmoverse con el eco de mis suspiros. Pero ella es así, ciega y sorda a la presencia de los demás, no sabe ni sabrá de mis desvaríos, ni del epitalamio que he escrito cual Neruda, donde mi alma se desnuda celebrando nuestras intimidades, si las hubiera.
Cierto, ella es así, afable, divertida, tímida y atrevida, es lo que es, nada más eso. Soy yo quien está mal, poseso delirante por ocupar al menos algunos renglones en su diario de estudiante, por querer apresurarla a dejar de ser casi una niña para entretenerme con su sexo virginal, torpe e inexperto. Ella es así, por el momento nada puede cambiarla… Entonces estoy condenado a olvidarla o seguir obsesionado en el intento.
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