No se dice aquello solo cuando apetece
la boca arde su aliento errante
los ojos saltan de oprobio.
No hay que nombrar la niebla
las hojas quietan no escuchan
han muerto sus lágrimas ayer
cuando el viento pasó rasando.
Si los pájaros sin alas, igual saben
de asombro vuelan en las noches
en aquellas áridas montañas.
Entre la nostalgia se levanta
un suspiro y una flor que fluye
entre los ojos oscuros de la noche.
Azul es tu vigía, tu agonía, tu placer.
Azul se transformó tu nombre
sombra desnuda que solo reluces oscura
después de su gran aventura.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
Texto agregado el 02-02-2016, y leído por 227
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Lectores Opinan
02-02-2016
Hmmm, qué deliciosas metáforas, preciosa lagunita! Me encanta tu poesía, la llevas en el alma. ***** MujerDiosa
02-02-2016
Extasiada quedé ante tantas imágenes forjadas con la profundidad poética de la que eres dueña absoluta. Un abrazo full, mi dulce y amada Lagunita. SOFIAMA
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