Siento sed de vida, sed de ti de tus labios que se entreabren con una sonrisa de tus miradas insaciables que dicen más que las palabras. Siento sed de tu ser, sed de tu piel de posar mis manos en las tuyas de recorrer desde allí, mucho más que tu cuerpo. Siento sed de un silencio en tu boca de una noche con los ojos cerrados de pertenecernos como lo hacen los colores al otoño.
Texto agregado el 29-01-2016, y leído por 68 visitantes. (2 votos)