MISTERIOS EN LA NATURALEZA

La fogata encendida con la tenue luz del amanecer tocó la puerta de Amalia, en ese mismo instante sintió dentro de ella la fragancia de la existencia y pensó que ella era como un estuche donde el alma guarda su esencia; se paró ante la ventana y abrió los cristales y el aroma del nuevo día flotaba densamente en el aire y ella respiraba su embriagador aroma. Se sentó frente la chimenea con un libro que tomó de los anaqueles, mientras degustaba el texto le daba de comer a su pensamiento saboreando lo rico de la literatura. Pasadas las horas ella miró su reloj y pensó que las alas del tiempo cómo que volaban con el viento porque las horas habían pasado rápidamente.
Llegado el anochecer el reflejo de la enigmática luna reflejada en los cristales de su ventana le daban a la casa como un halo de misticismo y misterio, era como un espejismo de ilusión óptica. Amalia se sentó frente a la chimenea y contemplaba las chisporroteantes chispas del leño encendido cuando vio a una hermosa niña recostada de uno de los cristales de los ventanales, la luna le alumbraba el rostro y con el reflejo se le veía tan hermoso y misterioso como la propia luna; estaba ensimismada en sus pensamientos cuando sorpresivamente la atmosfera se torno demasiada cálida , el clima había cambiado la casa vibró enérgicamente y las lámparas se estremecieron, las chispas de luz del leño como que chirriaron y empezaron a saltar esparciéndose por todos lados, era como que el fantasma de la naturaleza se presentaba sin previo aviso. Había habido un leve movimiento sísmico, la tierra como que en esos momentos había bostezado y liberado de su interior la energía acumulada. Segundo después del leve movimiento sísmico, ella sintió una fuerte energía que la hizo vibrar y armonizar todo su cuerpo y un átomo de luz recorrió toda su mente.
Volvía a ser de día y Amalia pensaba en la misteriosa niña no se explicaba por donde había entrado porque su casa estaba herméticamente cerrada, estaba abstraída en sus pensamientos cuando instantáneamente escucho un ruido que venía de una de las habitaciones donde estaban las obras de arte, y allí justamente estaba la niña parada como queriendo revelarle algo, la detalló y se pudo dar cuenta que era la misma niña que estaba en uno de los cuadros de la colección de obras de arte que su padre tenía en una de sus habitaciones, ella quiso acercársele pero esta como que se tratase de una estela de luz desapareció misteriosamente, Amalia abrió la habitación y está estaba iluminada y efectivamente allí estaba la obra de arte con el rostro de la niña con una sonrisa enigmática que la hacía ver fascinante, ella se impactó al ver que junto a la obra de arte de la niña había una pintura desnivelada con una sombra al fondo simbolizando un sismo, la contemplaba cuando como atraída por un magnetismo sus ojos se toparon con el escritorio de su padre, donde reposan unos escritos con unos símbolos sin descifrar y unas letras enigmáticas que decían:
SOIRETSIM ED AZELARUTAN


F i n

Cuento de ficción por:
Maite Katiuska Moreno
27-01-2016