A la vista de todo el mundo, ahí estaban los miles de despojos, inmolados con premeditación, alevosía y ventaja , asesinados, masacrados, exhibidos en los puestos del mercado y nadie dijo nada, ni protestó con voz airada, el gesto encorajinado, y los ojos dislocados, furibundos, ni cargó pancartas, ni hubo plantones, marchas y mitines... a los señores diputados y a los señores senadores les valió una pura y dos con sal. Ahí estaban, las verduras, los frutos, las semillas, los granos, las hortalizas... esperando ser convertidos en sopas, potajes, pucheros, cocidos, ensaladas, purés, papillas, guarniciones, jugos y cócteles, rebanados y cubiertos de chiles secos molidos, sal y jugo de limón para ser vendidos afuera de las escuelas... No, nadie dijo ni media palabra. Los medios guardaron silencio... |