Estudiosa e inteligente
muy graciosa y bonita
ser abogada quería
y mientras lo conseguía
en los descansos pensaba:
-No hay prisa y mientras puedo
“Fumando espero al hombre que yo quiero”-
Mientras el tango escuchaba.

Y la paciencia pagó
no pasó ni mucho tiempo
y el hombre al fin le llegó.
Joven mozo y apuesto.
amoroso y muy sincero
y además !Ah que sorpresa!
De fumar tambien gozaba.

Casados su vida formaron
de mañana, tarde y noche
y si tenian tiempo
los cigarrillos gozaron
algo así como veinte años.

Cuando los hijos llegaron
evitaban el tabaco
si cerca los niños estaban
En las noches en su alcoba.
gozaban mutua compañía
entre cigarro y cigarro.

Hace quizás un par de meses
la tos se le acentuó
y un dolor en al costado.
Al médico se llegó
quien luego de examinarla,
al laboratorio mandarla
rayos-X y más ordenó.
Al llegar los resultados.
la diagnosis presentó:
“Dos tumores en un pulmón,
y en ambos hay mucho fluido,
se ven puntos en el pancreas
y metástasis esa obvia,
se observaba en el cerebro.

El lunes fue su sepelio
no llegó ni a los cincuenta,
toda la familia llora.
¿Quien le diría a esta dama
de lo que sucedería
cuando de joven cantaba:
“Fumando espero
al hombre que yo quiero”
cuando el tango escuchaba?

Mientras él, fumando sigue
por saberse “saludable”.
Ojalá esté en lo cierto,
y no viva el otro tango
“Adiós muchachos”
renunciando así a la vida.