Juego incompleto
Jamás tendré en la mano un póquer,
tan sólo tres ases pude conseguir,
corta es la vida, como el póquer,
quisiera jugar diez veces y vivir.
Vivir diez veces y esperar mano,
una mano donde me toque ganar,
y tener diamantes de antemano,
quizás para tener estabilidad.
En el póquer puedo un turno pasar,
más la vida sólo te da un turno,
tengo tréboles que fortuna me dan,
Y espadas para imponer rumbo,
tan sólo un as me llegó a faltar,
¡Tuve póquer!, tuvimos otro rumbo.
Algunas palabras:
Siempre serás mi As de corazones. Y aunque no estés hoy conmigo, soy feliz, porque mi corazón sigue contigo.
Y sí, me encuentro aquí, escribiendo un verso desde otra cuenta para alguien que no lo leerá, es porque no quiero crear más nostalgia, sólo expresarme y que esa persona sea feliz, aunque no pueda saber lo que siento. ¿Sabrá o no que es mi as? No lo sé, pero prefiero así sea y siga su camino, pues yo juego póquer y ella juega con la poesía. Dos personas distintas, que como tratar de unir a un globo y una aguja, por más que quieran estar juntas, el riego es bastante grande. Y al ser yo la aguja, no quiero ser yo quien la destroce.
Dedicatoria:
A mi amor imposible, mi amor platónico.
Espero sigas tu camino y encuentres a esa persona sensible que te comprenda. Por lo pronto, creo que me consolaré por saber que algún día tuve póquer. Eso es algo muy raro en esta vida donde las posibilidades no nos favorecen. Pero gracias a ti lo tuve. Un millón de gracias. Mi querida poeta, ahora te tengo en el baúl de los recuerdos, y eres el más hermoso de ellos. Te amaré por siempre, aunque tal vez no lo sepas. T.A.G. |