Nos encontramos en un bar, sin querer nos miramos fijamente a los ojos, nos sentimos culpables de la atracción que afloro en nuestro ser.
Por unos instantes éramos solo tú y yo, nadie más existía en este idílico encuentro. Nuestros cuerpos se unieron como por inercia, nos tomamos de las manos, nos besamos con pasión, sentí tu respiración entrecortada contra mi pecho, probé el sabor de tus labios, me llene de la fragancia de tu cuello, recorrí tu humanidad sudada.
Luego nos fuimos para tu casa, nos desvestimos con frenesí, entrelazamos el amor que refulgía en la habitación, sin percatarnos, la noche dio paso a un alba rojiza, apasionada, como tú.
Nos despedimos con un candente ósculo, no sé si volveré a verte, no obstante, ahora soy consciente que es lo que significa amar por una noche.
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