Latiendo allí afuera de su ventana
el frío aliento merodea.
Mi amor callado, duerme.
Cientos de palabras
nos van tejiendo el alma con pensamientos.
Trémulo, su cuerpo
bajo las suaves cobijas del olvido
florece en la oscuridad
como las orquídeas amantes.
Las primeras luces de la mañana emergen.
Y su voz es una nota musical volando sobre los mares,
como un pájaro secreto cuesta arriba
del deseo más profundo.
Texto agregado el 20-01-2016, y leído por 134
visitantes. (5 votos)