Tengo el extraño vicio de tu boca
he intentado apartarlo de mi
pero cuando te acercas
No puedo evitar más que dejar
mis carisias en tus labios
Que no queda más que decir.
Inevitablemente a cada despertar
la rigidez hace presencia
Y es que aún tengo el sabor
de tu cuerpo,
Que no queda más que decir.
No queda más que decir
excepto agradecer a el destino
por tenerte y hacerte mía
de una forma extraña
pero finalmente mía,
en la tortura de las noches
donde todo sucede, menos dormir
Que no queda más que decir.
Texto agregado el 20-01-2016, y leído por 42
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