Soñó con ella como no ocurría desde hacía muchos años y su presencia fue tan real que vio con claridad absoluta su franca sonrisa, su tierna mirada y su pelo suelto que tenía el color del pan tostado.
Le sorprendió sobremanera aquella sublime evocación, pues aunque fueron muchos los cálidos momentos que juntos pasaron, el paso del tiempo terminó arrojándolos a las brumas del olvido.
Despertó feliz y sin ninguna duda de que el amor de su juventud estuvo de nuevo entre sus brazos: su perfume podía percibirse en la habitación entre las sábanas revueltas.
Alberto Vásquez.
Texto agregado el 14-01-2016, y leído por 155
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Lectores Opinan
15-01-2016
Evocación de bellos momentos, donde brillaba el amor y la esperanza. Recordar es vivir de nuevo. Saludos. NINI
15-01-2016
Así es de intenso el amor, tanto como un buen perfume. PiaYacuna
15-01-2016
Qué hermoso relato, me encantó.
Te abrazo dulcemente. gsap