La amante de mi marido
Cuando apenas tenía dieciséis años, conocí a una persona de la cual me enamoré perdidamente y con la cual me casé contra viento y marea.
No tenemos hijos, mi marido se cuidaba mucho, por eso del “Sida”, claro que no lo entendía, fue el único hombre en mi vida, ¿cómo repercutía en nuestra relación si nos manteníamos siendo una misma pareja?
Mi esposo es peluquero o “coiffeur” como se llama el mismo frente a sus clientas.
Yo soy profesora de gimnasia y tengo un gimnasio cerca de la peluquería.
Cierto día un jovencita vino a mi gimnasio y me dijo:
___Necesito adelgazar, tengo mucha “panza”.
La miré y le contesté sin pensarlo:
___Creo que dentro de cinco o seis meses, ya no la tendrás, lo dije sin pensar, ahora me doy cuenta, pero la muchacha no quiso o no supo entenderme y me suplicó que le diera ejercicios para esa zona del cuerpo.
Pero al transcurrir el tiempo. Supe que tenía razón, la chica estaba embarazada, entonces hablé con ella, era apenas una niña y quise saber más de su vida, no podía seguir haciendo ejercicio que podría ser perjudicial para su hijo.
Nos hicimos confidentes, en realidad ella, sus padres no sabían nada aún de lo que estaba pasando y ella no podía decirles quién era el padre de su hijo pero a mi sí, yo era una “desconocida”.
Le pregunté si el joven estaba de acuerdo con que tuvieran el bebé pero me dijo que no y que en realidad era mayor que ella, le llevaba quince años.
Me pidió que hablara con él, estaba desesperada y no sabía a quién acudir, además ella quería a ese bebé.
Así fue que le dije que me encontraría con ellos esa noche en una confitería céntrica sin que él lo supiera por supuesto.
Esa noche, mi marido, como todos los jueves se reuniría con sus amigos y sin decirle nada fui al encuentro de la pareja.
Y ahí fue que descubrí que ese año no podría usar el sombrero que me había comprado para el verano, al primero que vi sentado junto a ella, fue a mi marido.
No me extrañó, desde hacía mucho tiempo sospechaba que me era infiel pero ya no me importaba, había pasado el enamoramiento y ahora solo me quedaba un gran vacío.
Mi esposo es muy atractivo, cuando lo conocí era un verdadero “churrasco” y las muchachas se volvían locas por él.
Pero ahora había dejado de ser una niña ingenua y podía comparar entre aquél “churrasco” que resultó ser demasiado asado y sin sabor con el intelecto de otros hombres que sin ser tan atractivos eran verdaderos hombres.
No diré que no me molestó comprobar que tenía la cabeza “adornada” pero fue un alivio pensar que ahora sí tendría un motivo para divorciarme.
Por supuesto que no me acerqué a la mesa y al día siguiente le di una disculpa a la muchacha por no haber podido ir a la confitería y comencé a pensar la manera de vengarme de aquél desgraciado que a mí no podía darme un hijo y lo tendría con una niña.
Los días siguientes los pasé averiguando más sobre la novia de mi marido, dónde vivía, quiénes eran sus padres, etc…
Una tarde, fui a su casa sabiendo que ella no estaría y hablé francamente con sus padres, de cualquier manera sabía por ella misma que ellos ya estaban enterados y que luego que naciera el bebé, no la querían más en su casa.
Le conté quién era el padre de su futuro nieto y de cómo me había enterado.
El padre de la joven, un italiano de la vieja escuela y ligado a “la cosa nostra” me dio las gracias diciéndome que dejara todo en sus manos, él sabría cómo arreglaría ese asunto.
Al día siguiente llegó la policía a casa a buscar a mi marido y con ellos el padre de la chica, el cual lo tomó por el cuello de tal manera que de no haber intervenido la policía, lo hubiera estrangulado.
Mi ex marido se encuentra en prisión y deseando no salir, mientras que su novia y el bebé ahora viven conmigo, la pobre chica no tenía a dónde ir.
Ya no tengo marido, me divorcié y vuelvo a estar libre, libre como el viento, esperando que el verdadero amor toque a mi puerta y cuidando al niño que pudo ser mío y a su madre, pero no me preocupo, siempre hay una segunda oportunidad, solo es cuestión de saber esperar.
Omenia
A mis queridos lectores les aclaro que esto es solo un cuento, que no tiene nada que ver con mi vida personal.
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