Es el angel de la casa;
cocina plancha y asea.
todo lo ajusta y compone
nos tiene lista la cena…
y controla las lecciones…
pone moños en las trenzas...
Con justicia salomónica
castiga a quien se rebela
Tan habituados estaban
A verla activa y serena
Que no notaron sus alas
ralas, cansadas y viejas
Era el ángel de la casa,
un ángel que ya no vuela,
que ha replegado sus alas
y todos llaman abuela.
Texto agregado el 12-01-2016, y leído por 281
visitantes. (14 votos)
Lectores Opinan
01-03-2016
Yo también ahora que soy abuela replegué un poco las alas (sólo para lo que no me gusta hacer..o no me requieren más) Tu poesía es una belleza. abrazos Clorinda
14-01-2016
Siento que como te llaman, si bien aprecias, ya es melancolía. El cansancio es el síntoma para preparar las alas. Un beso. Carloscaro