Nadie estaba presente
en un momento dado.
Nadie acudió a la cita
sin ningún desenfado.
Pero poco a poco alguien
fue en silencio presencia.
Su estado de querencia
trajo seres especiales.
Se pobló así de pronto,
cambió silencios por bullicio.
Y la vida fue distinta
sin espacios perimidos.
Llegaron tiempos consentidos
como por arte de magia.
Pero, en esencia, era la misma.
Sólo que crecieron madreselvas
frente al camino transitado.
Texto agregado el 09-01-2016, y leído por 151
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