Esta no es una historia interna. Es una historia que invente. Para que vuelvas. Y me salves, de mi lengua incierta. Mientras el sol de noche late despacio y tus manos cicatrizan.
Prometiste quemar mi soledad, olvidándola. Esquivando el lugar donde los dedos se confuden y tu voz es mi vos.
Pero tus pies hacían sombra tras la puerta y no golpeabas.
Dibuje una playa, en alguna ciudad donde las canciones conspiran con la lluvia y vos ya no sos tan blanca ni difusa. Casi tierna.
Entonces me borraste, con lápices y goma. Para recordarme que no eras, ni querías ser.
Texto agregado el 06-01-2016, y leído por 233
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Lectores Opinan
25-01-2024
Me gusta la forma de atravesar ese pasillo en penumbras, hasta llegar a un final iluminado por cierta opacidad que sutilmente desmiente cada figura que pudo crearse en nada más que un soplo. propoeta
Qué frase llegadora en la línea final. Me gusta. Muertelenta
10-02-2018
Bonito poema con imágenes muy inspiradas. Un abrazo, Carlos. carlitoscap
21-06-2017
Hay textos que llegan profundamente:por su forma su fondo y la manera de enfocar el sentimiento.
Con este me sentí inserta,como bebiendo cada palabra .
Porque en otros uno solo se enfoca en la esencia.
Este se vive.
Me encantó* * * * *
Un abrazo
Victoria 6236013