Temblando a la sombra de una hoja, Se cayó el marco que sembrabas Con tranquila efervescencia. Arrancándote los lirios, Caminaste a las retrogradas cadencias De un acorde acalambrado. Me miraste sin rimar y sin alivio, Y te bese en los ojos… como bolitas de cielo.
Texto agregado el 10-09-2004, y leído por 198 visitantes. (7 votos)