No recordaba cómo comenzó todo el dolor que lo envolvía y hacía dudar de que se mantuviese con vida por un momento más. Era una sensación oscura, casi palpable y agobiante. Un mar negro lleno de un peso casi metálico y ruidoso que invadía su cabeza, sus ojos y sus pies a medida que trataba de moverse para reaccionar. Algo que jamás había experimentado y que no quería volver a vivir en su vida, o al menos eso creía en ese momento de última lucidez, donde sus ojos comenzaron a cerrarse involuntariamente y comenzó a saltar sobre el suelo donde estaba tirado. Desde el dolor pasó al placer, el peso se convirtió en un alivio liviano que lo remojaba y lo dejaba navegar por una corriente de agua inexistente, su piel se erizó y un shock lo dejó inconsciente durante unos diez minutos, pero que durante una regresión efectuada con un profesional adecuado, notamos que hubo un quiebre atemporal de unos tres días.
Una luz increíblemente poderosa, cálida y fugaz comenzó a crecer al fondo de un canal que apareció en su cabeza, trató de acelerar el paso y no pudo, simplemente avanzaba a una velocidad crucero mínima que lo relajaba a pesar del apuro que le generaban las ganas de saber que existía tras de la imagen que ya quemaba su retina. El dolor había desaparecido ya, y no encontraba malestar alguno. Su cuerpo simplemente flotaba en un plasma transparente y denso que no pudo describir de mejor forma que “un gran tubo relleno de jalea incolora que lo empujaba sin un peso sobre la espalda hacia adelante”. Descripciones de este tipo podemos encontrar en muchas partes de la internet y libros actualmente. Asumimos que nuestro querido y animoso amigo había sido partícipe de lo que comúnmente llamamos una NDE (Near Death Experience). Cuando volteó la cabeza dice que su mente se apagó al verse acostado sobre el suelo del camino donde tenía pleno conocimiento del accidente que había sufrido. Sin embargo toda su energía se canalizaba en el cuerpo que flotaba hacia la luz, nos dijo.
Lo que sigue, puede que lleve a la sensibilidad máxima y probablemente sea un caso que, además de crítico, por las suposiciones que se sacarán, puede que genere una visión errónea de lo que aquí se quiere planetear y obviamente ataque la imagen de más de alguna creencia o religión. Además del apego científico que le aplicaremos a esta historia, no queda nada más que decir que está solamente en ustedes creerla o no. Por otro lado, se reemplazarán los nombres de las personas para proteger la identidad y los lugares donde ocurrieron ciertos hechos para no generar una presión ni ningún tipo de seguimiento póstumo a los acontecimientos aquí declarados, porque además de lo ya postulado por los psicólogos que trataron el caso, tuvimos también una atención de un ufólogo que reconoció el caso como una abducción de carácter astral y mental/presencial. Cabe decir que cualquier escena o representación parecida a la realidad, es simplemente mera coincidencia. |