Estar en el duodécimo piso le da al día domingo un toque exquisito. Fin de semana con los vidrios del departamento temblando suavemente; meciéndose grata e imperceptiblemente. Debo ser sincero; espero este acontecimiento con verdadera impaciencia.
Los cristales tiemblan producto de los poderosos estruendos causados por los fuegos artificiales que salpican el cielo de luces multicolores. Los cohetes suben hacia las nubes en espiral, emitiendo sonoros pitidos agudos; explotando muy cerca de los grandes ventanales. Elevándose sincronizadamente al ritmo de los bombos y cánticos que embellecen mi tarde dominical. Desde el balcón del duodécimo piso puedo observar lo que acontece adentro del estadio; veo al Club Deportes Iquique ingresar al campo deportivo, al mismo tiempo en que la hinchada conocida como "La Fiel Del Norte" canta "Sale Dragón" despliegando un inmenzo lienzo que pregona "Ser Chileno es un orgullo, ser Iquiqueño un privilegio"... Domingo, adorado domingo.



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