Muerto otro paso
otro escombro este es más pesado
que el que se llevaron ayer
y las cenizas tintas vuelven al paso.

Donde está el subconsciente
y la nostalgia hace latir improperios en mi corazón
estoy cerca de la noche del fin de la tierra
en el que el paradero está a unos metros más.

Y bebo y tomo un taxi a toda marcha a mi lugar
San Blas me invita a macerar el hígado
el día 1 que llora por ser 0
y después un héroe.

El verbo acabo de nuevo y las piedras perversas
me invitan a besarlas pero la velocidad llega y ya
volar por las calles vacías
¿Quién piensa en resucitar?

No seré yo y mi palabra a la 1:33 lo es todo
¿Qué se siente fumar por primera vez marihuana?
carcajear hasta estallar cerca a los eximios
a los que me soportaron por meses esa vez.

Descubrí que la nostalgia es un diario
y escribir uno a esta altura es una ofensa brutal
exploro más de esas lunas de pantalones anchos
y lágrimas etílicas corriendo por la única gran avenida de la ciudad.

Mi trilce será siempre la duda larga
que el humo jamás apagará
los cambios no son sufrimiento en páginas nuevas
ni la mala caligrafía un deporte desfasado.

Llego, me tiendo a vomitar
prepárame un Ajinomen
no hay duda que la fiebre solo así se esfumara
y luego una cerveza de tu almíbar me reanimará.

O son delirios que nunca podré superar, en fin, el espagueti tampoco solo se comerá.

(Juro que te mataré si lo sigues repitiendo, una, una, una y otra vez; todo está como tiene que estar, no me vengas con cuentos, todo está como tiene que estar, no me vengas con cuentos…)

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vie, con mi subconsciente