¡Noche sin chocolate! Odié un poco el día de hoy quizá por sus desvaríos y desintereses por la rutina y el monocromatismo que invadió hasta las vestiduras. Ese capricho inoportuno de importunarme de disentir a mis sentidos de otorgarle un aire de desidia a las palabras que pronuncio. Solo a mí me corresponde la culpa de atribuirte la melancolía ensimismada de la noche próxima de sumirme y recogerme como presa de la desventura.
Texto agregado el 29-12-2015, y leído por 74 visitantes. (3 votos)